Los humanos siempre han soñado con poder comunicarse con sus mascotas, y en los tiempos modernos la tecnología ha buscado hacer realidad ese anhelo. Ahora, una empresa llamada Personifi AI, liderada por John McHale, ha desarrollado un innovador collar parlante llamado Shazam. Este dispositivo promete dar a las mascotas una “voz humana” para que puedan “responder” a sus dueños. Pero, ¿realmente este collar logra estrechar los lazos entre humanos y animales, o es simplemente un truco tecnológico?
La tecnología detrás del collar Shazam
El collar de Shazam utiliza un altavoz y un chatbot pregrabado para simular una conversación con la mascota. Aunque puede parecer que el animal está respondiendo a preguntas, en realidad, el collar simplemente genera respuestas basadas en interacciones previamente grabadas. Hay 27 personalidades diferentes disponibles, cada una interpretada por actores de voz, lo que permite a los dueños elegir el tipo de carácter que mejor represente a su mascota.
Un precio elevado por personalizar la “voz” de tu mascota
El collar tiene un precio considerable: $495 para gatos y $595 para perros. Además, si los dueños quieren acceder a características avanzadas como el servicio BrainBoost, que añade cualidades como empatía y razonamiento, deberán pagar una suscripción anual de $295. Sin estas suscripciones, el collar pierde muchas de sus funciones.
Seguridad y bienestar: más allá de la charla
Aunque el principal atractivo de Shazam es la capacidad de “comunicación”, el collar también incluye importantes funciones de seguridad. Por ejemplo, puede detectar la presencia de serpientes de cascabel mediante el sonido de un cascabel, o enviar alertas si la mascota se aleja o es secuestrada. Estas características prácticas son un punto fuerte del dispositivo, y ofrecen un verdadero beneficio para el bienestar de la mascota.
¿Realmente mejora la relación con nuestras mascotas?
Algunos expertos, como Daniel Quagliozzi, especialista en comportamiento felino, han expresado su escepticismo sobre si esta tecnología realmente ayuda a entender mejor a los animales. Quagliozzi señala que la personalidad que refleja el collar puede estar lejos de las verdaderas necesidades o emociones del animal. En el caso de los gatos, por ejemplo, la comunicación sería mucho más complicada y no está claro si llevarían el collar cómodamente.
Conclusión: ¿realmente vale la pena?
El collar Shazam ofrece una experiencia divertida y novedosa para los dueños de mascotas, pero no necesariamente mejora la relación real con los animales. Si bien las funciones de seguridad son un valor añadido, la capacidad de simular una conversación puede no ser más que un entretenimiento superficial. Al final, comprender a nuestras mascotas podría seguir dependiendo más de la empatía y la observación directa que de una tecnología avanzada.