La última nota de la HJCK: se apaga una emisora, pero su voz resuena para siempre

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Micrófono antiguo de la HJCK frente a una biblioteca repleta de archivos sonoros, símbolo del legado cultural colombiano.
Foto: @DzuluagaO

Un adiós que se convirtió en eco eterno

Anoche, justo cuando el reloj marcaba la medianoche, Colombia perdió una parte de su alma sonora. La HJCK, emisora cultural fundada en 1950 para elevar el nivel intelectual y artístico del país, cerró sus transmisiones después de 75 años de historia ininterrumpida.

Nos vamos felices”, dijeron en un comunicado cargado de emotividad. No fue una despedida, sino un tributo. Porque cuando una emisora deja huella en la memoria colectiva, no muere: se transforma en eco.

Por sus micrófonos pasaron íconos de la humanidad. Desde Gabriel García Márquez hasta Jean-Paul Sartre, desde Mario Moreno ‘Cantinflas’ hasta José Saramago. No era solo una emisora: era un archivo vivo de la palabra, una biblioteca hecha de voces.

La cultura siempre ha sido la cenicienta de este país”, dijo con dolor y orgullo Pilar Castaño, hija del fundador Álvaro Castaño Castillo. Y quizás por eso mismo, porque nunca se rindió, la HJCK es más grande que su señal: es la memoria hablada de América Latina.

El archivo de más de 30.000 registros sonoros permanece disponible en plataformas como Spotify, en un acto de resistencia digital frente al olvido.

¿Y ahora qué?

Ahora, HJCK vive en cada escucha, en cada clic, en cada regreso nostálgico al pasado que nos recuerda quiénes somos. Porque, como bien dijeron sus responsables:
“Todos los finales también son puentes”.